miércoles, 29 de febrero de 2012

Volver a vivir

No es buen momento para escribir, el ambiente no es el adecuado, o quizás mis palabras no son las correctas. Sin embargo, solo espero encontrar la verdad que existe en nosotros, y que el alma oculta, por razones desconocidas, los secretos de la superación emocional al dejar volar a alguien a quien tanto hemos querido. Y estoy convencido que esto va más allá de la lógica, siento que el corazón se enfría cada vez que le evitan dar el cariño que tanto anhela demostrar, y la impaciencia de querer sentir y de crear nuevas ilusiones, deja un cansancio mortal hasta tocar y romper el hilo de la desesperación. 
Cada vez se hace más vacía la manera de ver la vida sin la luz de sus ojos. No es sencillo aceptar la realidad de la cosas a pesar de que los dos aceptamos en no ser obstantes a la relativa del tiempo y el silencio. Tal vez, pienso, lo mejor sea salir a solas y perderme en los suburbios, para pensar bien la decisión que tomé y encontrar la razón del por qué ella aceptó aquel tratado sin garantía que firmamos inconscientemente. 
Recuerdo aquellas tardes inolvidables en donde su mirada y sus besos eran el aire que necesitaba para poder vivir, pues la sensación que uno siente después de provocar una sonrisa, es un regalo de la vida que se compensa con la fidelidad del amor y la entrega sincera de los sentimientos. Pero el tiempo ya pasó y los cantares de aquella ilusión ya se dejaron de escuchar. Ella ya no está aquí conmigo, pero yo sigo allá, en ese lado de la vida en donde no existen arrepentimientos, con una nueva sonrisa en mi rostro porque la vida aún sigue construyendo y uniendo los destinos de los más desdichados.
En la intemperie de las calles, sus paredes gobiernan un camino sin regreso, forman un laberinto con principio pero sin final, como si de un sueño se tratara en donde solo llegamos a un punto pero no recordamos el inicio de este. Sin embargo, la luz poco a poco llegará y te tocará con esperanza para salvarte de tan confusa pesadilla. Es algo aterrador aferrarse a cosas pasajeras, a cosas a las cuales le damos una importancia que no merecen. Por tal motivo empezaré a trazar lo real, lo que sí importa en esta vida, para darle un empujón a mis ansias que anhelan encontrar paz y un corazón dispuesto a mostrarse tal y como es.
Y ahora que me encuentro entre los brazos del aire, conservando la esencia de la vida, puedo confesar sin pudor la libertad y el poder que tenemos de vivir otra vez nuevas emociones en este mundo que creemos solo nos hace daño. Los errores y los dolores del amor no duran eternamente, la vida nos lastima y también nos castiga, pero solo por momentos, pues es ahí en donde ve dentro de nosotros y sin remordimiento nos devuelve el aire para seguir respirando, para volver a vivir y empezar de nuevo.


domingo, 5 de febrero de 2012

Nuestro ángel

Una parte de mí se fue al cielo dejando sentimientos escondidos a través del tiempo. Muchos recuerdos y tantos pensamientos reflejan porque yo siempre te llevo en mi alma y en mi corazón mi dulce y linda amiga. 
Fueron situaciones que surgían de la nada, en las cuales nos encontrábamos y en donde llegamos a conocernos cada día un poco más. Fueron tantos momentos que compartimos juntos, pero fue la tarde con la noche que empezaron a murmurar nuestra amistad. 
Tus juegos y locuras brillaban en la noche, me sacabas una sonrisa al contarme todas tus travesuras, tan inocentes y divertidas. Era tu mirada que me daba esa atmósfera de confianza que solo se encuentra en muy pocas personas. Eran tus gestos tan sinceros de niña, los cuales bailaban con tus actos y convertían esos momentos en nunca olvidar. Fue tu risa contagiosa que devolvía la inocencia a este joven, tu fiel amigo, tu cofre de secretos y confidente en el amor. 
Soñaste con sanar a las personas pero no te imaginas cuánta alegría nos diste con tal solo formar parte de nuestra vida. Me regalabas un abrazo sincero cada primavera, era tan lindo y muy emocionante encontrarte siempre caminar por mi vereda, conversar y molestarnos eran situaciones donde solo prevalecía una amistad verdadera. 
Tú fuiste el ejemplo de una buena amiga, tú has sido la belleza por dentro y por fuera, eres nuestro ángel que vela por nosotros cuando nos invade la tristeza. Con una oración toco tu puerta, hablas conmigo y te escucho como aquellas noches, con total naturaleza. Ella, mi más querida amiga conserva el sentimiento sincero en sus ojos, a pesar de no seguir aquí, regala alegrías y adorna las mañanas cuando recuerdo su sonrisa, ella dibuja nuestros sueños con su mirada que jamás olvidaré, y pinta de ilusión lo deseos de sus mejores amigos. Vives con Dios y nos miras con amor, pues sabes que todos tus seres queridos te vamos a guardar por siempre en el corazón.


Dedicado para una de mis mejores amigas Ashley Astrid Arévalo Santa Cruz.